Quesos fundentes para sorprender

Más allá de la receta original, el límite únicamente está en la imaginación

Cortado en rodajas, el camembert es una opción perfecta.

La hamburguesa con queso es la fórmula más tradicional para degustar este plato. Esa loncha fundente sobre la carne intensifica los sabores y une los elementos con la garantía de saber que es una mezcla que ha conquistado los paladares de un lado a otro del planeta. Eso no quiere decir que la receta no sea algo vivo y que no sea posible innovar sin dejar atrás ningún ingrediente imprescindible. Y es que variando el tipo de pan, de carne o de queso, es posible dar una vuelta a la cheeseburger y crear todo un universo de sabores.

Más allá del chedar, compañero indiscutible de la propuesta original, pocos son los tipos de queso que resultan incompatibles con una buena hamburguesa. De entrada y como suele ser habitual entre fogones, cuanto mayor sea la calidad del producto, mejor será el resultado sobre la mesa. Y como único límite, la creatividad del cocinero y su capacidad de crear mezclas que derritan a los comensales.

Eso sí, no todas las opciones garantizan el éxito. A tener en cuenta antes de empezar a probar quesos que tan importante es el sabor que aporta la loncha a la carne como su textura, ya que es recomendable que sea cremoso y funda bien, así que mejor evitar quesos secos, duros y muy curados. Igualmente, junto a la humedad también es importante la grasa, elemento clave para que funda, de manera que los frescos tampoco son, a priori, los mejores compañeros de viaje en una hamburguesa. Y entre un extremo y otro, un sinfín de posibilidades.

Un recorrido por el mundo

Basta echar un vistazo por las denominaciones que abundan en los países de nuestro entorno para que empiecen a surgir las ideas. El provolone italiano pude ser una de ellas. Elaborado con leche de vaca, funde a la perfección y es ideal para quienes no buscan un queso protagonista que imponga su sabor.

Para introducir un queso también suave pero con un poco más de envergadura, el emmental suizo o el gouda holandés son excelentes opciones. Dejan al paladar un toque dulce, con recuerdo a nuez, y cortados en láminas finas funden muy bien.

Otra denominación que funde excepcionalmente y, de hecho, requiere cierto cuidado al utilizarlo para este plato es el camembert. Procedente del vecino país francés, pertenece a la familia de los quesos de pasta blanda, por lo que para emplearlo sobre una hamburguesa lo mejor es sacarlo un poco antes y colocarlo sobre la carne después de retirarla del fuego.

Para quien busque un queso con un extra de sabor que dé auténtica personalidad a su cheeseburger, un queso azul como el cabrales puede ser el ingrediente perfecto. Una apuesta arriesgada con un resultado diferente. Otra propuesta poco común a priori para utilizar en este plato es el queso de cabra, que es seco y no se funde. Sin embargo enlaza muy bien e introduce en el plato bastante sabor con una textura muy distinta.

Y es que sobre gustos no hay nada escrito, por eso, en la imaginación puede estar la clave del éxito y no hay que descartar ninguna mezcla que, sobre el papel, no pegue para acompañar una hamburguesa, puede que el resultado sorprenda.

Humedad y grasa son cualidades importantes a la hora de elegir la variedad que colocar sobre la carne

Salir de la versión móvil