En el mes de junio del pasado verano, las reservas en las terrazas se dispararon un 200%.
Además de ser un refugio en los días y noches más calurosos del verano –y del invierno al calor de las estufas–, a la búsqueda de espacios apetecibles y con encanto al aire libre, se suma la necesidad de que sean seguros. Una demanda que ha puesto en valor las terrazas que han mejorado notablemente su aspecto y comodidad, al tiempo que ha forzado a todos aquellos que no disponían de zonas exteriores para adaptarlas hasta convertirlas en lugares para disfrutar del verano, de las vistas y de las muchas propuestas que el sector tiene para ofrecer.
A pie de calle, frente al mar, junto a la playa, rodeadas de jardines, clásicas o modernas, con toldos, sombrillas o carpas, las terrazas son en estos momentos una apuesta segura en la que merece la pena invertir porque, para muchos, han dejado de ser un espacio en el que solo se podía servir un picoteo o tomar una copa, y ha pasado a ser la prolongación de sus comedores para comer y cenar a la carta. Los clientes prefieren estar fuera y el número de comensales en terraza es de seis frente a cuatro en interiores.
Tras un largo invierno en el que las terrazas han salvado a muchos negocios de la quiebra –durante la pandemia se han cerrado uno de cada tres locales, un total de 100.000 establecimientos en todo el país–, gracias no solo a la adaptación de los establecimientos, sino a la cesión por parte de los ayuntamientos de espacios antes reservados a los coches y peatones.
Espacios seguros
Llega el verano, y aunque con algunas restricciones vigentes, los hosteleros se muestran optimistas, reorganizan y visten con bonitas decoraciones estos espacios con todo lo necesario para que el cliente se sienta cuidado y seguro, pero también para aumentar las reservas y asegurar unos meses que les ayuden a recuperarse económicamente.
Las terrazas han llegado para quedarse y en estas páginas tenemos una amplia muestra de que los hosteleros se están adaptando a la demanda del consumidor, que ha ido cambiando y adaptando sus costumbres, hábitos y horarios, especialmente debido a las restricciones de aforos y horarios.
El pico de reservas en los últimos meses se ha adelantado una hora, pasando a la franja entre las 20.00 y las 21.00 horas. Pero además de los horarios, los españoles están dando prioridad a las comidas, cuyo porcentaje se ha invertido, ocupando las cenas el 40% de las reservas.
DIEZ CLAVES PARA ELEGIR LAS MEJORES TERRAZAS EN CANTABRIA
- Ubicación. Son muy importantes la localización, las vistas, la orientación, la sombra, los vientos…
2. Mobiliario. Mesas, sillas, mamparas, sombrillas, cubierta, iluminación.
3. Música. Estridente, agradable, en directo, excesivamente alta que no deja hablar…
4. Clientela. Perfil de los clientes, por edad, gustos, estilo… Jóvenes, mediana edad, con niños…
5. Ambiente. Excesivamente formal, desenfadado, para todos los públicos…
6. Servicio. Atención al cliente por parte de los profesionales que atienden la terraza.
7. Carta. Oferta del local, tipo de propuesta gastronómica, relación precio-calidad…
8. Café. Un mal café puede destrozar una experiencia en una buena terraza.
9. Coctelería. Estilo de las propuestas de que consta la carta, precios, creatividad…
10. Capacidad. No hay que olvidad las distancias entre mesas para estar a gusto.
SEIS DE CADA DIEZ RESERVAS SON EN LA TERRAZA
Según el estudio realizado por El Tenedor España, que opera con 12.000 establecimientos, de los 200.000 restaurantes que funcionan en España, 6 de cada 10 reservas se han hecho en terraza durante el invierno. Y en los últimos meses los restaurantes con terraza han incrementado un 36% su reservas con respecto a aquellos que no la tienen. Solo en junio de 2020, las reservas en terrazas se dispararon un 200%. Para la Asociación Empresarial de Hostelería, «las terrazas se han revalorizado y son objetivo de los clientes porque generan más confianza, especialmente ahora que, con el buen tiempo, van a ganar mayor protagonismo».